Construyendo un puente de entendimiento y aceptación
Naturalmente frente al escenario descrito en el acápite anterior, inicialmente fui rechazada por la comunidad, siendo advertida por el personal de salud sobre las dificultades que encontraría para desarrollar mis actividades. En consecuencia tenía como reto revertir esa situación, para acceder de manera efectiva a la población, y tratándose de un espacio geográfico grande, con una población dispersa y muchas veces mono-idiomática (aymara parlantes exclusivamente); era necesario adoptar una actitud positiva, amplia y de respeto mutuo.
Mi primer contacto fue en una reunión en el auditorio de la alcaldía, en la cual el alcalde me presentó como responsable del área de salud de la comunidad; aprendí todo lo que quería decirles en idioma aymará. Con la ayuda de la licenciada de enfermería y les expuse mi plan de trabajo, también les aclaré que yo no sabía hablar aymará, pero en esa oportunidad quería que ellos entiendan muy bien en qué consistiría mi trabajo y la parte de apoyo que yo necesitaba de la comunidad y que el idioma no sería una barrera para mi.
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